APOCALIPSIS 7.9-17. FABIAN MASSA
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NO PEDIMOS DIEZMOS NI OFRENDAS |
La gran
multitud con túnicas blancas
9 Después de esto miré y apareció
una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan
grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del
Cordero, vestidos de ropas blancas y con ramas de palma en la mano. 10 Proclamaban
a gran voz:
«¡La salvación viene de nuestro Dios
que está sentado en el trono y del Cordero!».
11 Todos los ángeles estaban de pie
alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivientes. Se
postraron rostro en tierra delante del trono y adoraron a Dios 12 diciendo:
«¡Amén!
La alabanza, la gloria,
la sabiduría, la acción de gracias,
la honra, el poder y la fortaleza
son de nuestro Dios por los siglos
de los siglos.
¡Amén!».
13 Entonces uno de los ancianos me preguntó:
—Esos que están vestidos de blanco,
¿quiénes son y de dónde vienen?
14 —Eso tú lo sabes, mi señor
—respondí.
Él me dijo:
—Aquellos son los que están saliendo
de la gran tribulación;
han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero.
15 Por eso están delante del trono
de Dios,
y día y noche le sirven en su templo;
el que está sentado en el trono
les dará refugio con su presencia.
16 Ya no sufrirán hambre ni sed.
No los abatirá el sol ni ningún calor abrasador.
17 Porque el Cordero que está en el
trono los gobernará
y los guiará a fuentes de agua viva,
y Dios enjugará toda lágrima de sus
ojos
De 7.1-8 la visión de Juan es de los 144.000, que como vimos en el posteo anterior, es un número simbólico y perfecto: 12.000 por cada una de las 12 tribus.
En esta sección en cambio, la multitud es tan grande, que nadie la puede contar. Ya no son de la nación de Israel (las 12 Tribus) sino que son gentiles, vestidos con ropas blancas (símbolo de santidad), los redimidos por el Cristo que salían de la Gran Tribulación, como explica el anciano del vv. 14:
—Aquellos son los que están saliendo
de la gran tribulación;
han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero.
15 Por eso están delante del trono
de Dios,
y día y noche le sirven en su templo;
el que está sentado en el trono
les dará refugio con su presencia.
16 Ya no sufrirán hambre ni sed.
No los abatirá el sol ni ningún calor abrasador.
17 Porque el Cordero que está en el
trono los gobernará
y los guiará a fuentes de agua viva,
y Dios enjugará toda lágrima de sus
ojos
Aquí queda claro que el hecho de ser Salvos, de estar sellado por Dios no nos exime de pasar pruebas o dificultades terrenales o de quedar incluso atrapados en la Gran Tribulación, una situación especial profetizada para el final de los Tiempos.
La Gran Meta, es decir “La
Ultima Meta”, más allá de todas las metas que tengamos en nuestra vida, porque finalmente todo lo que consigamos y logremos en esta Tierra, en esta Tierra va
a quedar. Por eso La Meta Final y más importante de todo creyente, debe ser
permanecer limpio (santo) hasta el final, a fin de llegar al Trono de Dios.
Cuál es la mejor manera de llegar a la Gran Meta? Simple, amando a Dios con todo el ser y al prójimo como a uno mismo día por día, de esta forma tendremos un día bendecido y un final bendecido.
Será como dicen la mayoría de los predicadores que solo hay que mirar la Meta Final y despreciar las otras (las terrenales)?
A mi entender, estamos para ser luz, y nadie es Luz siendo un perdedor...Cristo vino para que vivamos una vida plena, y eso mis estimados, es “para El Más Acá”, pero si caminamos en La Palabra, amando a Dios sobre todas las cosas y amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos, habremos cumplido todas las Metas, las del Más Acá y también la Meta Final del Más Allá.
No se enrosquen en la dicotomía bipolar fundamentalista y religiosa que impera en la mayoría de las Iglesias:
Donde todo es Blanco o Negro, Espiritual o Carnal, Hombre o Mujer, Ricos o Pobres…Porque en la realidad entre ricos y pobres hay una gran gama de posiciones intermedias, lo mismo que entre Negro y Blanco, una gran gama de grises.
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