HEBREOS 9 - CONCLUSION PARTE 2. EL FRACASO DE LA RELIGIÓN Y LA VICTORIA EN CRISTO. FABIAN MASSA
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NO PEDIMOS DIEZMOS NI OFRENDAS |
En el posteo JUAN 10.7-11.RELIGIÓN VERSUS CRISTO[1]
les comentaba que está más que claro que los Religiosos del Tempo
pidieron a Pilatos la condena a muerte de Jesús porque atentaba contra su religión-negocio
(Mt. 27.1). Cuando Pilato le dio a elegir al pueblo entre Jesús y Barrabás, los
jefes de los Sacerdotes incitaron al pueblo a pedir por Barrabas (Mr. 15.11)
Dios estaba claramente contra la
religiosidad de los judíos (Isaías 1) y ya había decidido en los tiempos de
Jeremias y Ezequiel reemplazar el Antiguo Pacto por uno Nuevo. (Jeremías 31 y
Ezequiel 36).
Cuando Jesús muere, la cortina
que separaba el lugar Santo del Santísimo se rasgó en dos, de arriba abajo (Mr.
15.38). Sobre esto dice Pablo:
Efesios 2. 11 NVI Por
lo tanto, recuerden ustedes, los que no nacieron siendo judíos —los que son
llamados «incircuncisos» por aquellos que se llaman «de la circuncisión», la
cual se hace en el cuerpo por mano humana—, 12 recuerden que en ese entonces
ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel y
ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. 13
Pero ahora en Cristo Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios los ha
acercado mediante la sangre de Cristo. 14 Porque Cristo es nuestra paz: de los
dos pueblos ha hecho uno solo, derribando mediante su sacrificio el muro de
enemistad que nos separaba, 15 pues anuló la Ley con sus mandamientos y
requisitos. Esto lo hizo para crear en sí mismo de los dos pueblos una
nueva humanidad al hacer la paz, 16 para reconciliar con Dios a ambos en un
solo cuerpo mediante la cruz, por la que dio muerte a la enemistad. 17 Él vino
y proclamó paz a ustedes que estaban lejos y paz a los que estaban cerca. 18 Pues por medio de él tenemos acceso al Padre por un
mismo Espíritu.
18 Pues por medio de él
tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu: Este último punto,
porque ya no existe El Templo, ni la división que impedía acercarse a la
Presencia de Dios (La Cortina) y tampoco era ni es más necesaria la
intermediación de un Sacerdote: Nosotros oramos y Dios nos escucha.
Por esa misma razón, en la promesa
del Nuevo Pacto, dice en Jeremías 31.34:
34 Ya nadie tendrá que enseñar a su prójimo;
tampoco dirá
nadie a su hermano: “¡Conoce al Señor!”,
porque todos, desde el más pequeño hasta el más
grande,
me
conocerán»,
afirma el
Señor.
«Porque yo perdonaré su iniquidad
y nunca más
me acordaré de sus pecados».
Porque todo el que sepa leer,
y quiera entender lo que Dios dice, será enseñado por el Espíritu Santo para
poder entender.
Pero podemos apreciar que esto último no sucede: En la mayoría de las congregaciones el 80% de la gente no entiende nada, ni siquiera después de 30 años de Iglesia.
Y por qué? Simplemente
por la religiosidad del sistema evangélico, que lo arrastra al fracaso.
De este gran fracaso de la religión, tanto de la Romana como de las otras ramas en las que se abrió, o el de las Evangélicas con sus diferentes Sectas, la ineficacia y el Fracaso Serial es algo apabullante. Es hora de volver a Cristo y a su palabra, a estudiar las Escrituras, porque en Cristo tenemos acceso al Padre.
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