HEBREOS 6.13-20 LAS PROMESAS DE DIOS SE CUMPLEN. FABIAN MASSA

 

NO PEDIMOS DIEZMOS Y OFRENDAS

La certeza de la promesa de Dios

13 Cuando Dios hizo su promesa a Abraham, como no tenía a nadie superior por quien jurar, juró por sí mismo 14 y dijo: «Te bendeciré en gran manera y multiplicaré tu descendencia [Gn 22:17] 15 Y así, después de esperar con paciencia, Abraham recibió lo que se le había prometido.

Nosotros Hoy, somos testigos de que las Promesas a Abraham sean cumplidas, Israel existe, y es una nación Luz en medio de la oscuridad de los países de su entorno, que la atacan constantemente y todos sus ataques son desbaratados inmediatamente.

16 La gente jura por alguien superior a sí misma, y ​​el juramento, al confirmar lo que se ha dicho, pone punto final a toda discusión. 17 Por eso Dios, queriendo demostrar claramente a los herederos de la promesa que su propósito nunca cambia, confirma con un juramento esa promesa. 18 Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades que nunca cambian y en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros. 19 Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario, 20 hasta donde Jesús entró por nosotros para abrirnos camino, llegando a ser sumo sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.

18 Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades que nunca cambian y en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros. 19 Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario:Estimados, tenemos aquí un verdadero Motor para nuestra Esperanza en Cristo, para esos sueños que parecen imposibles, eso que estás esperando, por lo cual has hecho todo lo que podías y seguías haciendo, remando en Dulce de Leche, orando cada día todo el día, para que Dios te ayude. Es la esperanza de la Vida Plena, en la Eternidad, que no es “para cuando te mueras”, sino que esta vida está "incluida" en la Eternidad ahora y para siempre, como dijo Jesús en Juan 10.10b Yo vine para que tengan vida en abundancia. 

No desistas, no aflojes: Seguí peleando, seguí trabajando, seguí creyendo, seguí orando y Dios algo va a hacer. Amén.