EL LARGO CAMINO DE ABRAHAM. FABIAN MASSA

 

NO PEDIMOS DIEZMOS NI OFRENDAS


Génesis 12. Reina-Valera 1995. Llamamiento de Abram

12 Jehová había dicho a Abram: «Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Haré de ti una nación grande, te bendecirá, engrandeceré tu nombre y serás bendición. 3 Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.»

4 Se fue Abram, como Jehová le dijo, y con él marchó Lot. Tenía Abram setenta y cinco años de edad cuando salió de Harán . 5 Tomó, pues, Abram a Sarai, su mujer, ya Lot, hijo de su hermano, y todos los bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán. Llegaron a Canaán, 6 y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, donde está la encina de More. 


EN EL MAPA SE PUEDEN VER LAS UBICACIONES DE LAS DOS UR, LA DEL SUR Y LA DEL NORTE

Ur de los caldeos - Diccionario Bíblico Sencillo. BIBLIA TODO.

Ciudad natal de Abraham (Génesis 11:28) «Y murió Harán antes que su padre Taré en la tierra de su nacimiento, en Ur de los caldeos». (Génesis 15:7) «Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra». (Nehemías 9:7) «Tú eres, oh Jehová, el Dios que escogiste a Abram, y lo sacaste de Ur de los caldeos, y le pusiste el nombre Abraham». situada en Sumer, país más tarde llamado Babilonia, que finalmente sería dominado por los caldeos, En la actualidad recibe el nombre de Tell al Muqayyar (ár.: «colina de betún»), en la Baja Babilonia, sobre la ribera occidental del Éufrates. Al noreste, a no mucha distancia, se hallaba Uruk, y al suroeste Eridu.

La postura tradicional y más aceptada, ubica a Ur en la Baja Mesopotamia, cerca de la antigua ciudad de Eridu y de la desembocadura del río Éufrates en el Golfo Pérsico. Hoy en día, sus ruinas se encuentran en Tell el-Muqayyar, en el actual Irak, a unos 24 kilómetros al suroeste de Nasiriya. Esta ubicación coincide con las descripciones bíblicas y los hallazgos arqueológicos que muestran una importante ciudad sumeria con una rica historia y cultura.

Pero hay otra postura que sugiere una ubicación más al norte, cerca de la ciudad de Harrán, en la Alta Mesopotamia (actual Turquía). Esta teoría se basa principalmente en interpretaciones de textos bíblicos y en la mención de los "caldeos" en relación con Abraham. Como queda claro en Génesis 12.5 . 5 Tomó, pues, Abram a Sarai, su mujer, ya Lot, hijo de su hermano, y todos los bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán.

Algunos estudiosos argumentan que los caldeos como grupo étnico no surgieron en el sur de Mesopotamia hasta mucho después de la época en que se sitúa la vida de Abraham. Por lo tanto, propone que "Ur de los Caldeos" podría referirse a un lugar diferente en una región asociada posteriormente con los caldeos.

Sin embargo, la evidencia arqueológica y la mayoría de los estudiosos se inclinan fuertemente hacia la ubicación en el sur de Mesopotamia. Las excavaciones en Tell el-Muqayyar han revelado una ciudad antigua y próspera que floreció durante el período sumerio, con impresionantes estructuras como el Gran Zigurat. Además, la conexión de esta Ur con la cultura caldea posterior se explica por la migración y el establecimiento de tribus caldeas en la región de Babilonia siglos después.

Uds. Dirán, ¿para qué tanta vuelta viendo estas dos posibilidades? Es importante aprovechar la ocasión para ampliar conocimientos: Esta doble postura (aunque la del Sur tiene más peso) es interesante para que tengan en cuenta y ver el mapa.

Más allá de si salió del Sur o del Norte, lo concreto es que Abraham inició un viaje en obediencia a lo que Dios le dijo, abandonando un lugar en donde había prosperado y estaba seguro, para ir a otro desconocido. Pero el autor de hebreos los explica mejor: Hebreos 11.8 Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba.  Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa,  10  porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor.

Y se toma el viaje de Abraham, como modelo del viaje que necesariamente debe hacer todo nuevo creyente:

El llamado y el desapego:

Abraham: Dios llama a Abraham a dejar su tierra, su parentela y la casa de su padre (Génesis 12:1). Este llamado implica un desapego de lo conocido, de la seguridad de su entorno y de las comodidades familiares.

El Creyente: De manera similar, el viaje espiritual a menudo comienza con un llamado interior, una inquietud del alma que nos impulsa a buscar algo más allá de lo material y terrestre. Esto requiere un desapego progresivo de las ataduras al mundo, a las viejas costumbres, a las seguridades falsas ya todo aquello que nos impide seguir plenamente a Dios.

 

La Promesa y la Fe:

Abraham: Dios le promete a Abraham una tierra, una descendencia numerosa y ser bendición para todas las naciones (Génesis 12:2-3). Abraham responde con fe, creyendo en la promesa divina a pesar de no verla cumplida de inmediato.

El Creyente: El creyente recibe también promesas de Dios a través de las Escrituras y la experiencia personal. El viaje espiritual se nutre de la fe, la confianza en que Dios cumplirá sus promesas, incluso cuando las circunstancias parezcan contrarias. Esta fe nos sostiene en medio de la incertidumbre y nos impulsa a seguir adelante.

 

El Camino y las Pruebas:

Abraham: El viaje de Abraham no fue fácil. Enfrentó hambre, conflictos con otros pueblos, la espera del hijo prometido y la prueba máxima de ofrecer a Isaac. Cada desafío puso a prueba su obediencia y su confianza en Dios.

El Creyente: El camino espiritual también está lleno de pruebas y desafíos: tentaciones, dudas, dificultades, persecuciones internas y externas. Estas pruebas refinan nuestro carácter, fortalecen nuestra perseverancia y profundizan nuestra dependencia de Dios. La obediencia a la voluntad de Dios, aunque a veces sea difícil de entender, se convierte en un aspecto crucial del viaje.

 

El Altar y la Adoración:

Abraham: A lo largo de su peregrinaje, Abraham construye altares para adorar a Dios (Génesis 12:7, 13:18, 22:9). Estos altares representan su reconocimiento de la soberanía de Dios y su disposición a rendirle culto.

El Creyente: En nuestro viaje espiritual, también construimos "altares" en nuestros corazones y en nuestras vidas a través de la oración, el estudio de la Palabra, la comunión con otros creyentes y la adoración en espíritu y en verdad. Estos actos fortalecen nuestra relación con Dios y nos centran en su presencia.

 

La Herencia y la Transformación:

Abraham: Aunque no vio el cumplimiento pleno de todas las promesas en su vida terrenal, Abraham se convirtió en el padre de una gran nación y en un ejemplo de fe para todas las generaciones (Hebreos 11:8-19). Su vida fue transformada por su encuentro con Dios.

El Creyente: El objetivo final del viaje espiritual es la transformación a la imagen de Cristo y la recepción de la herencia eterna. A medida que avanzamos en este camino, somos moldeados por el Espíritu Santo, aprendemos a amar como Jesús amó y experimentamos la plenitud de la vida en Dios.

En resumen, el viaje de Abraham es un poderoso arquetipo del viaje espiritual de cada creyente. Nos enseña sobre la importancia del llamado, la fe, la obediencia, la perseverancia, la adoración y la promesa de una transformación y una herencia eterna. Así como Abraham confió en Dios en cada paso de su camino, nosotros también somos llamados a confiar en Él mientras peregrinamos hacia la patria celestial.



Comentarios

Entradas más populares de este blog

EL SEÑOR ES MI PASTOR. FABIAN MASSA

CLASE 10 DISCIPULADO Y SERVICIO SEGUN PABLO EN EFESIOS 4.1-16. FABIAN MASSA

JEREMÍAS, QUÉ VES? BIBLIA + REALIDAD. FABIAN MASSA