JESUS, EL CAMINO AL PADRE. JUAN 14.5-14.

 

NO PEDIMOS DIEZMOS NI OFRENDAS

Juan 14.5-14 tiene una profundidad espiritual significativa. Aquí Jesús expresa verdades esenciales sobre su identidad, su relación con el Padre, y el impacto de la fe en la vida de los creyentes.

Jesús, "el camino, la verdad y la vida" (versículos 5-7) : Tomás expresa incertidumbre sobre el camino hacia el lugar que Jesús menciona, y en respuesta, Jesús declara: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí".

Este pasaje afirma la centralidad de Jesús como mediador entre Dios y la humanidad, subrayando que conocerlo es conocer al Padre.

La revelación del Padre en Jesús (versículos 8-11) : Felipe pide ver al Padre, y Jesús responde mostrando su unidad con Él: "El que me ha visto a mí ha visto al Padre".

Jesús enfatiza que sus palabras y obras proceden del Padre, señalando que su vida misma es testimonio de la presencia de Dios en él.

La promesa de las obras mayores (versículos 12-14) : Jesús asegura que quienes creen en Él también realizarán obras, incluso mayores, gracias a su regreso al Padre y la conexión espiritual que esa fe trae consigo.

Además, promete responder las oraciones hechas en su nombre, con el propósito de glorificar al Padre a través del Hijo.

La afirmación de que Jesús es Dios hecho hombre se fundamenta en varios pasajes bíblicos, pero uno de los más claros y relevantes es Juan 1:14 , que dice: "Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo único del Padre, lleno de gracia y verdad". Aquí, el "Verbo" (Logos, en griego) representa a Jesús como la Palabra de Dios, la sabiduría divina manifestada en forma humana.

En el Evangelio de Juan, capítulo 1 , vemos cómo Jesús es descrito como el Logos eterno, quien existió con Dios desde el principio (Juan 1:1-3) ya través de quien todas las cosas fueron creadas. Esta conexión entre Jesús y el Logos establece su papel único como mediador entre Dios y la humanidad. Además, agrega Y El Verbo era Dios . El Padre y el Hijo son UNO.

Para conocer al Padre es necesario conocer la Palabra. Si Jesús es la Palabra hecha carne, entonces acercarse a la Escritura es una forma directa de conocer la verdad divina revelada. A través de la Escritura, podemos entender el carácter y los propósitos de Dios, y conocer mejor a Jesús, quien es el reflejo perfecto del Padre. De hecho, Jesús mismo dijo en Juan 14:9: "El que me ha visto a mí ha visto al Padre". Esto subraya la unidad entre ambos y el papel de Jesús como revelación del Padre. El padre y yo somos Uno , Juan 10.30.

Por lo tanto, se podría decir que sin un conocimiento auténtico de la Palabra (la Escritura y Jesús mismo), es difícil comprender la plenitud de quién es Dios. La Palabra no solo guía y transforma, sino que también nos conecta con la esencia misma de Dios.

Tener una noción de la Biblia como libro es fundamental para comprenderla en su totalidad, tanto en su contenido como en su contexto. La relación entre los libros, entre las profecías y su cumplimiento.

La Biblia es necesaria estudiarla de manera ordenada. Vean en el Blog desde la Clase 1 a la 10 y van a encontrar mucho material para estudiar y profundizar estos temas.

 


 


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